miércoles, 28 de abril de 2010

EASL 2010: La vitamina D podría potenciar la eficacia del tratamiento para la hepatitis C

El uso del suplemento vitamínico duplicó el porcentaje de personas que alcanzaron una respuesta virológica sostenida

Francesc Martínez - 28/04/2010


Un grupo de investigadores israelíes ha evaluado el empleo de vitamina D como complemento de la terapia estándar contra la hepatitis C, basada en interferón pegilado y ribavirina. Los resultados de su estudio fueron presentados en el 45 Encuentro Anual de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado [EASL 2010], celebrado entre el 14 y el 18 de abril en Viena (Austria).

La terapia estándar para la infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) permite obtener una respuesta virológica sostenida [RVS; carga viral indetectable del VHC seis meses después de finalizar el tratamiento] al 42-44% de las personas infectadas por el genotipo 1 del VHC, que, junto al genotipo 4, son los que responden peor al tratamiento. En los pacientes que además tienen infección por VIH, los porcentajes son sensiblemente inferiores. Las RVS observadas en estudios oscilan entre el 14 y el 29%, en el caso del genotipo 1 del VHC.

La influencia de la vitamina D en la respuesta al tratamiento se sugirió al observar que esta última era menor en las personas de piel más oscura. La vitamina se sintetiza en la piel y es necesaria la acción de los rayos ultravioletas solares para que se produzca. La melanina, responsable de la coloración más o menos oscura de la piel humana, absorbe la radiación ultravioleta e impide que ésta genere vitamina D. Es por esta razón que la síntesis cutánea de dicha vitamina es más eficiente en personas de piel más clara.

Aparte de su acción principal -permitir una adecuada síntesis ósea-, la vitamina D regula la diferenciación y la actividad de los linfocitos-T CD4+, que desempeñan un papel esencial en la coordinación de la función inmunitaria. Como la terapia estándar para tratar la infección por VHC basa parte de su actividad en la potenciación de la respuesta inmunitaria -por acción del interferón pegilado-, los autores del presente estudio consideraron que la vitamina D podría favorecer la efectividad de la terapia anti-VHC e incrementar el porcentaje de RVS.

Un total de 58 personas con infección crónica por VHC fueron distribuidas aleatoriamente en dos grupos. Veintisiete recibieron interferón pegilado alfa-2b (1,5 µg/kg una vez a la semana), ribavirina [1.000-1.200mg diarios en función del peso] y vitamina D3 (1.000-4.000 UI diarias, con el objetivo de mantener unos niveles séricos superiores a 32 ng/mL). Los 31 participantes restantes formaron parte del grupo control, por lo que se les administró la misma terapia a excepción de la vitamina D.

Las características de los pacientes de ambos grupos fueron similares en cuanto a criterios demográficos, factores asociados a la infección, parámetros bioquímicos al inicio del estudio y adhesión al tratamiento. Sólo se observó un promedio superior en el índice de masa corporal [IMC] en el grupo que recibía vitamina D (27± 4 y 24 ± 3 en los grupos con vitamina D y control, respectivamente, p <0,001).

El 96% de los participantes que recibieron vitamina D y el 48% de los pacientes del grupo control presentaban carga viral indetectable tras 12 semanas de tratamiento [respuesta virológica precoz [RVP]; p <0,0001].

Veinticuatro semanas después de finalizar la terapia, el 86% de los que tomaron vitamina D y el 41% del grupo control tenían carga viral indetectable (RVS).

No se observaron diferencias por lo que respecta a la presencia de efectos adversos entre ambos grupos; todos fueron leves o moderados y típicamente asociados al tratamiento estándar de la infección por VHC.

El beneficio aportado por los suplementos de vitamina D en el presente ensayo, dado su reducido tamaño, deberá ser apoyado por otros de mayor tamaño. Los buenos resultados obtenidos, si fueran confirmados en futuros estudios, permitirían potenciar el tratamiento estándar actual de forma sencilla y barata, por lo que su traslado a la práctica clínica habitual no entrañaría demasiadas dificultades. Ahora, es preciso que esta estrategia sea ensayada también en personas coinfectadas por VIH y VHC.

Fuente: NATAP.
Referencia: Abu-Mouch S, Fireman Z, Jarchovsky J, Assy N. Vitamin D supplement improbé SVR in chronic Hepatitis C (genotype 1) naïve patients treated with peg interferon and ribavirin.45th Annual Meeting of the European Association for the Study of the Liver (EASL 2010). Vienna, Austria. April 14-18, 2010. Parallel Session.

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